lunes, 2 de septiembre de 2013

Un poco de más de lo mismo


Se mire por dónde se mire  y por dónde se quiera mirar, este Barça ha empezado la temporada más o menos como acabó la anterior, detalles aparte. Han habido dos nuevas incorporaciones, la de Neymar y la del Tata Martino. Las dos positivas. Neymar viene para aportar algo que nos faltaba y Gerardo para hacer más fácil una transición difícil tras la recaída del bueno de Tito en su enfermedad. El Tata garantiza renovación sin sobresaltos en el manual barcelonista y Neymar, el toque de duende para liberar un poco a Leo de tanta responsabilidad. 


De momento, los partidos oficiales, dejando atrás una desastrosa planificación de la pretemporada, han mostrado las dos caras del Barça que vimos  a lo largo del curso pasado y que tuvieron al equipo en el alambre todo el año. A saber, excelencia y solvencia ante la mayoría de rivales en la liga española pero enormes dificultades contra rivales más exigentes. 

Las mismas dificultades que ofrecía el equipo el mes de mayo. Y ahí es donde se disparan mis alarmas, visto lo visto. Ahí van algunas deficiencias que no han mejorado. En primer lugar, continúa sin haber alternativas ante equipos que se cierran con con extrema concentración y dureza atrás esperando el contragolpe. Lo hemos visto recientemente ante el Atlético. Segundo,  falta fuelle para sostener la presión cuando se pierde la pelota prematuramente, lo que acaba estirando las líneas y exponiendo a los centrales a la velocidad de los puntas rivales con muchos metros a sus espaldas. Tercero, plantilla muy corta para garantizar las rotaciones que exigen una temporada como ésta. Se necesitaría una plantilla de 17 o 18 titulares y ahora mismo, no hay más de 14 siendo muy generosos. Cuarto, pocas soluciones en el ataque para buscar alternativas cuando el partido se atasca. Quinto, falta alarmante de enverga dura para defender los balones aéreos. Sexto, déficit de centrales con experiencia y calidad contrastada. Séptimo, jugadores como Xavi y  Puyol han de empezar a tener un rol más secundario en el equipo para pasarle el testigo a otros. Es la hora de que Cesc, Iniesta y Piqué en la nueva asunción de liderazgos. Octavo, Tello, Montoya, Sergio Roberto y Bartra tienen que tomar la alternativa definitivamente este año para despejar la incógnita sobre su  futuro en el equipo.Noveno, se necesita mezclar mejor cualidades como el control, la organización, la recuperacón y la creatividad. Se echa de menos a jugadores como Touré o Keyta que aportaban algo diferente en determinados partidos. Décimo, Pedro y Alexis todavía tienen que demostrar que merecían un puesto en este equipo en lugar de David Villa.

La dirección deportiva del club ha considerado que la solución a los problemas del equipo no está en el mercado, si no en una mayor atención en la aplicación de los conceptos futbolísticos. Diagnóstico al que también se ha apuntado el nuevo técnico. Se trata de recuperar cosas que habíamos perdido, mostrando una confianza casi ciega en la plantilla. 

Hasta ahí, nada que objetar, aunque la apuesta se presenta harto arriesgada ante las exigencias de una temporada a la que al  equipo se le debe exigir recuperar como mínimo el prestigio perdido en Europa la temporada pasada. El bochorno del Bayern no sólo no puede volver a repetirse, si no que el equipo debe volver a optar a ser favorito para el título europeo.

sábado, 4 de febrero de 2012

Razones para creer

Lo volverán a hacer. Y si no, no pasa nada. Si lo intentan de verdad y lo van a intentar de verdad, no pasa nada si no se consigue. Si compiten a tope sin resultados, no se les puede pedir más. Es la grandeza del deporte. Pero lo van a hacer y estoy convencido de ello. ¿Por qué? Porque saben ganar y saben perder. No buscan excusas. No están finos y lo saben. Y saben las causas.

No veo como en otras épocas más o menos recientes, relajación o falta de ganas de competir. Veo ansiedad porque las cosas se intentan y no acaban de salir. Falta finezza. El estilo, el juego, la calidad es la de siempre. Es un equipo reconocible que hace las cosas generalmente bien. Lo que ocurre es que los detalles, que son la guinda de un pastel de un equipo que lo fía todo al fútbol, no acaban de salir.

El detalle de no estar finos del todo físicamente y llegar un segundo más tarde a la presión permite al contrario montar un contraataque peligroso con balones a la espalda de los centrales. Un peldaño por debajo de la forma habitual de un central que no permite la anticipación hace que que un delantero te encare en el uno contra uno con espacio para el desborde y la definición.

Cuando el equipo rival se ha cobrado un par de ocasiones peligrosas, condiciona tu juego ofensivo. Aparece la desconfianza en tus posibilidades y en las de tu compañero. Impiede que te incorpores con alegría a la línea superior y limita la movilidad y la superioridad numérica.

Si no estás del todo fino, físicamente y en la confianza, la definición se hace más difícil, llegas más cansado y con dudas en la cabeza a la hora del remate. Si el delantero piensa, no acierta,. Desaparecen los automatismos. Si Messi falla un penalty, su autoestima se ve resentida y se dispara la ansiedad y la urgencia por corregir el error en la jugada siguiente. Si falla además el mejor del mundo, también se proyecta la desconfianza en los demás.

Son detalles, apenas unos detalles, más un estado de forma por debajo de lo deseable de algunos jugadores claves, algunas lesiones que han impedido la continuidad a algunos jugadores determinantes. Los detalles que señalan la finísima línea divisoria entre un buen equipo y un equipo excelente. Y todos sabemos que para ganar esta liga no basta con ser un muy buen equipo, hay que ser excelente. Sin cometer apenas fallos.

Pero lo van a hacer, lo van a intentar sin duda. El Barça con peores números de la era Guardiola es el que tiene una plantilla más amplia y más versátil. El peor Barça de la era Guardiola es el que ha perfeccionado y mejorado aún más su juego cuando el resto de variables están en orden. El peor Barça de la era de Guardiola está vivo en todas las competiciones y ha ganado Supercopa de España, de Europa y Mundialito. El peor equipo de la era Guardiola ha eliminado al mejor Madrid de los últimos años. Por esas razones y por muchas más, hay motivos para creer y confiar en ellos. Volverán a intentarlo. Sin duda

martes, 3 de mayo de 2011

Saber perder

Acabo de leer una novela fantástica: Saber perder, del cineasta y escritor, David Trueba. Es una novela deliciosa, que se lee rápido y que traza un retrato certero de nuestros días desde diferentes puntos de vista. Es una novela de perdedores de a pie, como la mayoría de nosotros.

De hombres y mujeres que intentan tirar adelante su vida con todas sus contradicciones, con sus pequeñas victorias y derrotas del día a día. Un retrato de las vidas de tres generaciones de una misma familia, abuelo, padre y nieta que tratan de superar las dificultades de la vida y de la soledad masticando muchas veces la arena del fracaso.

Me ha parecido una novela maravillosa como propuesta de una "educación sentimental" cuya tesis principal es que hay que saber perder, aceptar la derrota cuando ésta es inevitable. El guiño que hace Trueba es que es precisamente Silvia, la protagonista más joven, una adolescete de 16 años, la que mejor entiende que para volver a ganar es necesario saber perder, aceptar la herida que es la vida y volver a prepararse para el siguiente embite, a partir de su cicatrización.

Como aficionado a la literatura y al fútbol no he dejado de pensar en Trueba y su novela a lo largo de estas semanas interminables en las que hemos vivido el clásico más largo de la historia. Después de oir el otro día al entrenador del Real Madrid y toda la teoría de la conspiración arbitral perfectamente orquestada, me quedo muy tranquilo como seguidor culer. Mientras Mourinho y el entorno madridista no aprendan la lección que nos da Silvia, la hegemonía futbolística del Barça no está en cuestión siempre y cuando siga haciendo las cosas como hasta la fecha.

martes, 8 de febrero de 2011

No tengo tan claro que me guste el fútbol

Ver jugar a este Barça tiene un problema, que te acostumbras a la excelencia y te vuelves muy exigente. Lo digo porque llevo toda la temporada siendo incapaz de ver un partido de fútbol si no juega el equipo de Pep.

El otro día sin ir más lejos, Chelsea-Liverpool. Otrora un partidazo que no me perdería si tuviera ocasión de verlo, todo la pasión de la Premier, dos alineaciones plagadas de estrellas, la belleza del fútbol intenso, poco elaborado pero directo y lleno de garra. Confieso que no podía aguantar más de 10 minutos seguidos sin hacer zapping. No es la primera que me pasa, me pasa por supuesto con cualquier partido de la Liga española, pero también si veo al Inter a la Juve o al Milan, sin hablar de la Bundesliga.

Es tan así, que empiezo a dudar de mi fe. Ya no sé si realmente me gusta el fútbol o sólo me gusta ver jugar al Barça, que tal vez no sea exactamente un equipo de fútbol. El juego de este equipo aúna tantas cosas. Presión, competitividad extrema, fair play exquisito, sutileza y delicadeza en el toque, solidaridad, esfuerzo, lucha, definición exquisito, trabajo en equipo, humildad. Nada que no se haya dicho ya en miles de ocasiones, pero que sitúa al Barça varios peldaños por encima del resto. Han refundado el fútbol y lo han convertido en otra cosa más cercana al arte que al deporte, al cerebro más que al músculo; un espectáculo total en definitiva, tremendamente rico y estimulante que siempre te aporta alguna cosa cuando lo ves.

martes, 18 de mayo de 2010

Sin perder la cabeza

¡Qué bien sabe este título! Sensación de saborear el descanso tras el esfuerzo del deber cumplido. ¡Qué gozada de equipo en todos los aspectos! Sabe tan bien este título como los tres del año pasado. Era más difícl si cabe. 99 puntos,98 goles a favor y sólo ¡24! en contrra. Un sólo partido perdido en toda la temporada, el que le ganó el espero próximo campeón de copa (por simpatía, aupa atleti).

Ahora toca descanso y mundial para el que tenga la suerte de disputarlo. Los demás, todos nosotros, aguardar el inicio de la pretemporada y el aliciente de algun fichaje que mejore todavía más este grupo fantástico. Villa y Cesc me parecen dos fichajes maravillosos, pero ¡ojo! siempre y cuando no perdamos la cabeza. Si a cambio de estos dos jugadorazos, perdemos a Ibra o Touré, me parecerá un mal negocio.
Necesitamos sumar a lo que tenemos. No restar. Transferibles, sólo veo a un par de jugadores que cerraron definitivamente un ciclo en el club. Márquez y Henry. Poco más. Del resto, me sirven todos. Ibra incluido. ¿Por qué? Muy sencillo. Villa viene para sustituir a un Henry inédito esta temporada, para sumar una opción más de ataque a los jeffren, bojan, pedro, Ibra y Messi. Seis opciones para las tres posiciones de ataque. Todos suman para una temporada muy larga en la que el objetivo fundamental debe ser revalidar la liga y conquistar otra Champions.

Lo mismo ocurre con Cesc. Necesitamos otro centrocampista del perfil de Xavi e Iniesta. Cesc es el hombre que necesitamos para sumar con Keita, otros dos jugadores por puesto en dos posiciones clave. Los dos interiores, que junto con Touré, armarían el mejor centro del campo del mundo, con Dos Santos y Thiago como refrescos para arañar algunos minutos a lo largo del campeonato.
La defensa, ni tocarla. La más que probable baja de Márquez se cubre con Chigrinsky, que ha de tener una segunda oportunidad y los canteranos que puedan subir, Fontàs, Muniesa o Marc Bartra. Tan sólo, estar muy atentos al mercado por si acaba saliendo alguna oportunidad a buen precio que pueda dar oxígeno en los laterales a Alves y Abida.

Por tanto, hay que reforzar el equipo con dos o tres retoques, pero sin perder la cabeza.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Grandes también en la derrota para seguir ganando

Es evidente que si Johan consiguió convertir a un club perdedor y ploramiques en un club con mentalidad ganadora, finiquitando las urgencias históricas, Guardiola puede rematar la faena para convertir definitivamente el Barça en un club ganador. Y no sólo por por su logro histórico de las 6 copas si no por lo que está a punto de conseguir esta temporada aunque, en el peor de los casos, no consiguiera la liga, que por otra parte, cada vez está más cerca.

Su discurso, y su saber estar en la victoria y en la derrota propone valores que entroncan con la esencia del deporte y eso es muy pero que muy importante en contraposición a los equipos de cheque y mercenarios. Su defensa de la cantera, de la cultura del esfuerzo, del fair play con el contrario y con los árbitros son la esencia del barcelonismo y son una propuesta para reconciliarse con el deporte en estado puro.


Si Cruyff nos enseñó a jugar a fútbol, Pep nos ha llevado a lo más alto para que, ya sin urgencias, sepamos continuar siendo grandes siendo nosotros mismos el día que no ganemos. Con nuestro estilo, con nuestra cantera y corriendo más que nadie. Ánimos Pep, a seguir adelante, hoy, mañana y siempre, has convencido incluso a los más incrédulos y pesimistas como un servidor.

viernes, 3 de julio de 2009

Tranquis, pero no tanto

Ja tornem. Si es que no sabemos hacer otra cosa que no sea sufrir. Si existe el adn del culer, seguro que en su código lleva inscrito el patiment como una seña de identidad imborrable. Hace un mes escaso que ganamos copa, liga y champions. Pues después de esa temporada histórica, en trofeos y sobretodo, en fútbol, ha bastado un 4-0 del Madrid en materia de fichajes, de momento, para ponernos nerviosos.
Claro, que no es para menos, porque Florentino parece que esté jugando a la Play, que quiero a Cristiano, zas, lo compro!, que quiero un centrocampista creativo, ¡zas! me compro a Kaká, que quiero un delantero centro con futuro, ratatá! me compro a Benzema....y así hasta dios sabe cuando.
Mientras tanto, el Barça no ha fichado ni desfichado a nadie. ¿y qué? Pues eso, que nada, que ¡ni falta que nos hace! Hay que mantener la calma, que somos los actuales campeones de todo, tenemos una buena plantilla y un mejor equipo. .Eso nos dicen del club no sin razón. Hay que estar tranquilos, pero no tanto, y hay que empezar a cerrar temas, y sobretodo mejorar la política informativa para no seguir alimentando culebrones innecesarios.