martes, 13 de mayo de 2008

La ley de Murphy

Ya saben lo que dice la Ley de Murphy: " Todo lo que puede salir mal, acaba saliendo mal". Pues eso es lo que le ha pasado al Barça esta temporada. Comprensible o no, todo lo que podía salir mal, ha acabado saliendo mal. Empezando por el principio. Al final de temporada pasada, había dos tesis. La que apostaba por el final de ciclo, y la que sostenía que con algunos refuerzos, este equipo era todavía recuperable. Al final, Rijkaard convenció a la junta de la segunda y su convicción unida a la rápida reacción de la junta, que fichó acertadamente, hizo el resto, generando de nuevo el optimismo en la afición. Los primeros síntomas fueron positivos, pero duraron bien poco.

El Barça ha ido perdiendo crédito paso a paso, a medida que ha ido dejando escapar puntos y dejándose arrebatar partidos importantes. Diríamos que el equipo ha ido desinflándose al tiempo que lo iba haciendo el papel de su estrella en el equipo. Al final, Ronnie desapareció totalmente. Se descompuso. Como el equipo, desvanecido como un baraja de naipes.
Duele verlo así. Duele ver como seguramente una de las mejores plantillas de la historia del club ha sido desperdeciada, y ha tirado por la borda todo cuanto podían haber ganado. Lo peor de esta temporada no son los títulos que no se han ganado, si no los que no se han competido. La sensación que nos queda es que el equipo nunca ha dado todo lo que podía dar. Ha perdido todos y cada uno de sus partidos importantes. La derrota en el Bernabéu y la del domingo en casa, son la viva imagen de un equipo que ha perdido hasta la vergüenza y la dignidad. Y lo que es casi peor, la gratitud con un hombre, Rijkaard al que le deben casi todo. Que los ha defendido hasta el final.

La plantilla que estaba llamada a hacer historia en el Barça se descompone de la peor manera. Jugadores importantes en la historia más reciente del club, dimiten escandalosamente. Thuram apelaba ayer a la memoria del aficionado, recordando lo que han hecho jugadores como Deco o Eto'o por el club. Qué difícil es respetar a quien se ha perdido el respeto a sí mismo con una actitud tan poco profesional.

Rijkaard ha acabado fiel a sí mismo. Ha perdido de la misma manera que triunfó, fiel a su ideario y a sus jugadores, que esta vez lo dejaron con las vergüenzas al aire. Ahora se impone la renovación casi total de la plantilla, algunos de los jugadores deben ser traspasados por aptitud y otros por actitud. Si hace unas semanas, hubiera salvado a Eto'o, Deco o Márquez de la quema, su actitud indolente, su falta de respeto al club y a la afición y su soberbio, los hacen más candidatos que nunca a engrosar la lista de ilustres veteranos del Barça.


En cuanto a Guardiola. Que tinguem sort. Que la vida ens doni un camí ben llarg. La necesitará. Y mucha. Tiene el reto de rehacer un equipo sobre la base de los jóvenes y la clase media del club, más un par de cracks. No debe temblarle el pulso a la hora de dar la lista de bajas y sí medir mucho las incorporaciones. Tiene que hacerlo además, en muy poco tiempo, porque la afición le exigirá, por ser de la casa e inexperto, más que a nadie. Necesita actitud, buen juego y títulos el primero año. Casi nada. Su equipo base debe rearmarlo a partir de los Valdés, Iniesta, Bojan, Touré, Milito, Messi y tal vez, Henry. Tengo mis dudas con Xavi, Puyol y Abidal.